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Vida y opiniones del caballero Juan Vergescott

Anti qué

Acabo de leer en El Nuevo Día de Puerto Rico, con fecha de 18 de junio, un artículo de un tal Carlos Alberto Montaner titulado “España y el antiamericanismo”. Todos sabemos la ideología de este periódico y quién lo manda. Pero no debe permitirse tanta manipulación e insultos de alguien que desconoce la historia de España y del mundo. Es de risa lo que dice, pero imagino que el lector puertorriqueño sabrá apreciarlo. Sé que les ha sentado muy mal la victoria de los socialistas en las elecciones españolas, y le sigue pareciendo mal su victoria en las europeas (le recuerdo que no son marxistas, a lo que parece que teme). Si los españoles han querido volver a respirar por medio del voto a Zapatero no tiene nada que ver con Estados Unidos (o lo que él entiende por América). En España había asfixia, privatizaciones, mentiras, manipulación, explotación, listas negras y muertos por una guerra que no era de España. Nadie nos había invadido. Nosotros, como tantos pueblos, no nacimos con el miedo y los medios de comunicación no nos infunden ese miedo. Esto es otra sociedad diferente, que hemos vivido tragedias, hambre, invasiones, guerras, luchas en todo orden, y momentos de esplendor. Por eso podemos sabemos que el miedo atenaza a los pueblos. Por eso podemos cambiar de voto. Antes luchamos contra quienes inculcaban nuestra independencia, contra el terrorismo desde hace casi cuatro décadas, con centenares de muertos, enviamos misiones a los Balcanes o Afganistán, y queremos cambiar de gobierno cuando nos mienten, aunque la economía vaya a mejor. Podemos luchar contra las amenazas, pero desde el diálogo y la actividad policial y la legalidad jurídica. En Estados Unidos no se entiende el cambio de gobierno, parece ser. Lo comprendo. Pero insisto en que el Partido Socialista no es marxista. Cuando el articulista hablar de “la izquierda”, que lo diga sin miedo. Conozco a muchos, y no son demonios. Tampoco es lícito que al lado de hombres ilustres del arte hispánico como Berlanga o el recientemente fallecido Bardem, ponga el de Stalin, al que dice que ellos apoyaban. Qué ignominia.
Aquí no somos tontos. Me sorprende ese texto y no podía creer lo que leía. ¿Cómo es posible tal parcialidad y tergiversación? Habla de una supuesta encuesta ¿Una encuesta de quién? ¿Será la encuesta acerca de la guerra contra Irak? Oponerse a la guerra no es ser antiestadounidense. Se puede amar Estados Unidos y no querer la guerra. Pero no se debe pensar que quien está contra la guerra está contra Estados Unidos. Eso tiene un nombre y no lo digo por feo.
Siento que no conozca la historia, o, peor, que la esté manipulando. No es problema del “izquierdismo”. Son tantos los hechos de cierto malestar contra Estados Unidos:
1) Estados Unidos arrebató 1/3 de los territorios al México hermano en el siglo XIX
2) Estados Unidos mintió, destruyó un acorazado propio y se inventó una guerra para eliminar la autonomía de Puerto Rico y Cuba, y Filipinas y arrebatárselas a España en vez de otorgar la independencia de esas tierras. Carlos Fuentes dice que así se convirtieron en el patio trasero de Washington.
3) Estados Unidos apoyó a Franco (nunca el ejército estadounidense vino a lucha a España, pues Estados Unidos no era hostil a los fascismos hasta mucho después) y la dictadura perduró hasta su muerte, con la ayuda de Washington (A veces es curioso ver la historia de Coca-Cola en Alemania, y la de Fanta, sobre todo).
4) Estados Unidos apoyó las dictaduras de otros países hermanos en Hispanoamérica en las últimas décadas. Su actitud con Cuba no favorece la salida del dictador sino que lo ha convertido en un héroe para muchos.
5) Estados Unidos ha creado una hostilidad y guerras contra el mundo árabe, del que nosotros consideramos sus herederos por lo que supusieron de progreso científico y cultural para España y Europa, de tolerancia (en las ciudades españolas puede ver los barrios cristianos junto a los árabes y los judíos, que eran normales hasta la Católica y la trágica Inquisición) y solidaridad (no todos los musulmanes son iguales, como no todos los cristianos lo son). Y no se hable de sus guerras (pobre Lawrence), hasta la última contra el pueblo de Irak.
6) Estados Unidos mantiene bases militares en España desde Franco, y apoya a Marruecos, lo que dificulta la independencia del pueblo Saharaui, exiliado desde hace casi tres décadas en los desiertos de Argelia, pero para su desgracia legítimo poseedor de unas tierras ricas en petróleo.
No. No somos tontos. La tarea de Estados Unidos es la misma que todos los imperios en la historia (incluido el español) y eso no es bueno. Pero posee tantos aspectos maravillosos que, a pesar de todo, no somos antiamericanos. No sólo porque amamos Chile, México, Cuba, Argentina, Bolivia..., sino incluso porque no somos del todo anti-estadounidenses. Pero aun amando en muchos aspectos a Estados Unidos no podemos dejar de criticar lo que nos parece mal, sus abusos de poder y la conculcación de la verdad. Pero no somos sólo nosotros sino hoy ya el mundo, que sufre por el poder del mercado, la extensión de la pobreza, la infantilización de la cultura y la manipulación de la verdad por parte de ciertos medios informativos.
Es una lástima que un periódico serio no diga cuál es la fuente de esa encuesta, la empresa encuestadora, que no diga cifras, que no hable de márgenes de error, ni el tipo de encuestados, etc. ¿Existe esa encuesta?
Qué pena de manipulación. Después de todo, queremos seguir siendo justos y lucharemos por la verdad; repito: la verdad. Y ejerceremos nuestro poder de crítica. Contra lo que se dice en otros lugares y en los países de poderosos medios de información, en España vieron la luz los primeros parlamentos europeos (1188 en León, que fue el primero de Europa; en Cataluña en 1217; y en Castilla en 1265), las libertades municipales y democráticas que aplastó Carlos V cerca de Valladolid el 23 de abril de 1521, cuando se formaba el imperio (todo imperio es incompatible con la democracia plena), se denostaba a la liberal reina Juana tras haber fraguado en cierta nobleza el ultraconservadurismo católico de la reina Isabel, que sí expulsó a las minorías religiosas y étnicas porque se comenzó a vivir el miedo al “otro”. Después llegaron las diferentes versiones de la tragedia de las dos Españas. Pero, repito, que hoy España sólo desea la verdad y no el miedo.
Seguiremos queriendo y admirando a Estados Unidos; amando fraternalmente a los países que hablan la lengua común que ya no es sólo nuestra sino de millones de hermanos; adorando al mundo árabe; sintiéndonos europeos.
Y criticaremos la manipulación, porque somos libres para hacerlo.

2 comentarios

Juan -

Petra, gracias por esa información. Tengo el libro y muchas ganas de leerlo, aunque quería esperar un poco. Chomsky, Said y otros ilustres estadounidenses han hablado de esas sensaciones que uno advierte cuando pisa esas tierras.
Besos. J.

petra -

Bien dicho Juan. A propósito, Michael Moore, en su peculiar estilo, describe muy bien esa cultura del miedo en su "Estupidos hombres blancos". Se lee rápido y se hace una buena idea de que los estadounidenses quieren a su país y son capaces de autocrítica, cosa que no sucede en algunos fanáticos del modelo made in usa.
cariños. P.