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Vida y opiniones del caballero Juan Vergescott

Y las batallas de amor perdidas (VII)

Pero sigo con las batallas de amor perdidas. Habrá quien piense que cómo he sobrevivido a toda esa tortura, física y psicológica, del desamor por decreto ley. No quiero responder a esa pregunta si no es en presencia de mi abogado. Sólo diré que el deseo me lo comía con patatas y se me quedaba en la medicina, hasta que dejé de tomarla. Después, me lo he tomado con mucho hielo. Como tantas cosas en esta relación, on the rocks. Ahora mismo pienso que tal vez esto ocurra, más o menos de forma semejante en otras parejas. Admito que sea así, pero es que yo soy demasiado sensible –otra virtud que se me pone en contra a menudo– y a esto se une la suspicacia y el cabreo, con lo que no puedo soportar mucho tiempo son enfadarme con María por esta abstinencia de casi todo. Y ante mi pregunta crucial, que no he querido lanzarle a ella para que no sienta mal: ¿cuándo o por qué he perdido para ti la fascinanción o el atractivo que te enamoraron o que convirtieron a la nuestra en una relación tan maravillosa? Ahora recuerdo que justo antes de marchar a nuestras últimas vacaciones vi unas fotos de nuestros primeros meses juntos, en París y el día de su llegada a Valladolid. Esa sonrisa me enamoró de nuevo de la misma forma que lo hizo hace muchos años. Sé que puede parecer que quiero eludir la pregunta, y no es así. La responderé aunque sea utilizada en mi contra. Muchas veces pienso que ella es una caprichosa y que se enterneció conmigo, durante un tiempo. Eso explicaría sus amenazas de abandonarme, sus deseos de regresar a su tierra y la situación hostil que brotó en las primeras semanas de convivencia juntos.

2 comentarios

juan -

Petra, me sorprende tu pregunta. Tal vez sí hubiera una reservas petroleras por ahí en lo profundo y no nos dimos cuenta. He de pensarlo. Por fortuna no ha habido muertos, pero sí una sensación de tristeza y de soledad, que empapan el orgullo que incitaba cada lucha (¿será éste el petróleo?). Ahora que lo dices, sí que en cada guerra hay su porción de petróleo por la que se invade, conquista y trata de aniquilar al adversario.
Con cariño. J.

petra -

Observo que las batallas hablan de que, en algún momento, estalló una guerra... ¿de qué reservas petroleras se trató esta vez?
Cariños. P.