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Vida y opiniones del caballero Juan Vergescott

Y las batallas de amor perdidas (IV)

Otra cosa, y regreso al discurso de las dos feministas, que dicen no serlo, que me humillaron en mi propia casa. Ellas quieren los derechos o gestos que el hombre las dispensaba antes de ser libres, pero han querido añadir a éstos los de la mujer igualada al hombre, o sea, los derechos de la fémina y los de la feminista a la vez. Es como aquél que con la llegada de la democracia en España se quiso hacer comunista porque pensó que, según lo que entendía por comunismo, pensó que obtendría un pingüe negocio entre lo que ya él tenía y lo que le tocaría en el reparto.

2 comentarios

juan -

Petra, así es. Tal vez buscar palabras para explicarnos a nosotros y el mundo responda a la necesidad de regresar a nuestros orígenes o a la voluntad de crearnos otros diferentes, tal vez mejores. En cualquier caso, las palabras son instrumentos para cubrir o corregir las carencias de la realidad ¿no?. Y siempre se pone mucho cariño en ello. JV

petra -

Juan, veo que el discurso, una vez más, aleja las palabras de su significado. Hay que comprender que nos inventaron a través del lenguaje y no hemos sido capaces de reinventarnos de otro modo. Suena intelectual, pero no lo es. En fin. Cariños. P.