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Vida y opiniones del caballero Juan Vergescott

Malas (I)

Ahora mismo me viene a la cabeza el último libro de Carmen Alborch, Malas, que ella me envió con gran gentileza y que, con prisas, leí hace un par de años. Aunque la verdad es que por su desarrollo y contenido el libro poco tenía que ver con lo que me produjo hoy el recuerdo. Y es que en la rueda de prensa tras la presentación de mi novela, otro crítico había acusado a mi obra de misógina y esto me dolió enormemente. Reconozco que El obelisco y la cruz rezuma misoginia por todas partes, de las conversaciones y comportamientos de todos los personajes, a excepción del protagonista Juan Vergescott (ya explicaré por qué le presté mi nombre y lo que esto produjo en crítica y público). Hoy pensaba que el libro de la ex-ministra debería también de haber tratado del mal que algunas mujeres provocan sobre otras mujeres, o, dicho de otro modo, cómo las infelices, ineducadas y entrometidas comienzan a urdir sus confabulaciones, invenciones y mentiras para que sus amigas acaben convirtiéndose en unas desdichadas, insatisfechas y furiosas. Sé que con esto confirmo la misoginia de la que se me censuraba. Así parece, pero no porque yo sea misógino. Confieso que es al contrario hasta el exceso, pero es que algunas mujeres me han hecho tanto daño que no encuentro otra forma de defensa que mi propia escritura. La escritura siempre ha respondido, entre otras muchas causas, a una especie de venganza y también de construcción de un ambiente y de unos personajes de los que no disponemos en la realidad actual que tenemos a mano.

3 comentarios

juan -

Por supuesto. Estaría honradísimo. Gracias.

petra -

Caballero Juan, ¿me permites colocar un link de tu página en mi página? Gracias. Slds. P.

petra -

¿Será que Juan_Ficción se llama igual a Juan_NoFicción tanta confusión?
Gran cosa el nombre, aquello que te nombra y que puede nombrar a otros, que nombrados, igual que uno, son innombrables. (je, perdona, me fui por el desvío).
Saludos. P.