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Vida y opiniones del caballero Juan Vergescott

Si el clima cambia...

Con el cambio climático, no puedo salir de casa. El calor es tan agobiante que el aire acondicionado de casa me obliga a permanecer encerrado. Sé que después me voy a acostumbrar a esta temperatura y me será más difícil salir, pero ni modo. Por otra parte, ahora estoy pensando que para qué salir. El día 15 de agosto me tengo que ir a Puerto Rico, pero hasta entonces no tengo nada importante que hacer fuera. He entregado ayer mi penúltimo libro al editor, y ahora corrijo otro que espero terminar mañana. Puede parecer extraño, pero yo siempre leo dos novelas, escribo dos libros, tengo dos gatos, dos amigas, dos bancos, dos ordenadores, etc. El caso es que mañana envío a la editorial este otro libro y he de continuar con la documentación sobre el próximo. Y para eso tengo mi biblioteca.
O sea, que, aunque me quejaba del cambio climático, la verdad es que puedo quedarme en casa. Si bebiera, podría emborracharme aquí; para qué salir a un bar. Si no fuera como soy, podría poner una de las televisiones (tengo también dos) y dejarme caer en el sofá durante horas. Si fuera el verano pasado, habría puesto Televisión Española o Antena 3, donde decían que España iba bien, que era el Paraíso y que en la Creación Dios puso a nuestro país en el centro del mundo. El país de Ánsar, claro. De Aznar, quiero decir. Y la felicidad sería superior. Así lo creería yo, si estuviera horas frente a la televisión. Pero ahora me he de conformar con enchufarme a cualquier televisión, aunque no sean las que antes mencioné; la que sea. ¿Sufriría una mutación? Sé que hay mutantes en la ciudad; incluso conozco a alguno en mi familia, pero yo ¿soy proclive también a ese cambio si me expongo durante horas a la televisión? Quién sabe.
He pasado unas horas y no he notado el cambio. El espejo me devuelve la misma imagen que ya conocía.
Hay quienes dicen que el cambio climático es malo. Otros dicen que no y tratan de cambiar el que teníamos. Tal vez no les gustaba. Y se ponen a crear CO2 en sus industrias y no se bajan de su coche si no es para encender la televisión. Dicen que el humo es para comunicarse con Dios. Y dicen que el diablo es verde y reside en Kioto. Y si yo leo El Mundo veo que José Luis Rodríguez Zapatero es la última reencarnación del diablo, que antes se reencarnó en un andaluz llamado Felipe González, que no son verdes sino rojos, porque también el rojo es el color del diablo. También el diablo está en Irak, dicen algunos periódicos. Y que hay que perseguirlo porque es como una serpiente, que se escabulle por cualquier lugar. Antes estuvo en la República Dominicana, en Guatemala, en Japón, en Rusia, en Palestina, en Congo, en Nicaragua, en Cuba (ahí quedan a montones)… Hay quien dice que incluso en Francia están últimamente instalándose algunos diablos peligrosos.
Si hay cambio climático, debe de ser por tanto infierno que queda por ahí. Hay que talar los bosques de Alaska, de Brasil, dejarlo como Europa, como Haití, como Babilonia. Bajo los árboles se esconden los demonios verdes. Si el clima cambia, es porque Dios quiere otro mundo. Y si hay gente que se muere de cáncer de piel es porque algo han hecho. Y los más de seis mil muertos por la ola de calor del año pasado en España se debieron a algo… extraño. Si no, ¿por qué sobrevivieron casi cuarenta millones de españoles? Hay que pensar en ello. Tal vez el ABC lo diga, o, mejor, La razón, que es un periódico especializado en expedientes X y en extraterrestres, misterios sin resolver y casos de esoterismo patológico.
Si el clima cambia, es porque debe cambiar. En casa hace bueno. Y si la gente sale a la calle, pues se lo buscan. La calle es para los coches, para los vagabundos, para los indocumentados. El hombre ha hecho las casas, y las casas con televisión, después de mucho indagar e inventar y mucho progreso. Hay que ser moderno.
Si está cambiando el clima es porque se aproxima el Día…
Uy, qué calor, pues sí me quedé dormido viendo la televisión, con este calor horroroso. Había soñado que sufría una mutación, que leía El Mundo y que Ánsar, digo Aznar, gobernaba España y explicaba que el clima no está cambiando, sino que es verano, y que en verano hace un calor de muerte.
Qué pesadilla. Me voy a la cama un rato, a ver si sueño que el planeta respeta Kioto y que en verano se puede salir a la calle a pasear, a charlar con la gente, y sentarse en una terraza a tomar una cerveza mientras leo un libro. Y si el clima cambia…

8 comentarios

Juan -

Antwad, te he dejado en tu correo un mensaje. Un saludo. JV.

antwad -

Juan,
Te adjunto email... gracias.

Juan -

Antwad,
si me das un correo te escribo.

antwad -

¿Libros publicados? Se podrían saber sus títulos y editoriales. Gracias.

Juan -

Tristán, sí, así es siempre, pan y circo, aunque no sólo en España. Én algunos países de los que he visitado ocurre en forma semejante. Pero hoy la aculturación se ha perdido por la banalización por causa de la televisión. El espectáculo ha vencido a la cultura: así se ha marcado el siglo XX.

Tristán Fagot -

Los españoles lo justificamos todo diciendo "Spain is diferent". Y desde luego que es diferente, siempre somos los primeros en matar a nuestro vecino, por el futbol, ideas políticas o por su incorrecto modo de vida, y la incultura es generalizada; habiendo televisión...(por cierto hoy a muerto Carmina Ordoñez y le están dando un bombo de la hostia, hasta en el telediario, y pensar que cuando murio Octavio Paz casi ni se comentó)
Pero...¡Y lo bien que lo pasamos!¿Eh?¡Si los europeos no saben divertirse!
Lo dicho, al pueblo pan y circo.

Juan -

Petra,
gracias. Eso intentaba: ponerle humor a la tragedia.
Un beso. Juan.

petra -

He gozado tu artículo de hoy Juan... he reído de buena gana.
Temo que te hace bien ser mutante.
Un beso, Petra.